Cada 22 de junio los niños acompañados por adultos van en busca de ramas de chopo y por la noche salen a escondidas a robar rosas de los jardines. El 23 de junio, víspera de San Juan, construyen arcos con armazones metálicos forrados con el chopo y cuajados de rosas, que envuelven el cuadro de un San Juan niño bajo el que se prepara un pequeño altar.
Niñas y niños ataviados con el traje típico bailan y piden al público "una perrilla p´al arco", mientras esperan la llegada del jurado y la posibilidad de obtener premio a su laboriosidad.
Por la noche, en la Plaza Mayor, noche de ronda, hoguera y chocolate, para recibir los galardones. De madrugada los chicos depositan rosas o cardos, según hayan sido tratados, en las ventanas de las chicas.
