Los Chocolateros recuerdan a los mozos de San Fermín en Pamplona. Aparecen por las calles por parejas, vestidos de blanco, con fajas y pañuelo rojo y encapuchados con un saquillo de tela blanca provista de agujeros y respiradero. Van armados con un orinal lleno de chocolate y acompañado de bizcochos y a todo el que encuentren le invitarán a probarlo, si reciben una negativa embadurnarán con el cacao al viandante en rostro y manos.
Se les podría considerar portadores de la tentación, se les considera “diablos”, pues su misión es tentar: si aceptas probar el chocolate pecarás al romper el ayuno de esta fecha en que se estrena la Cuaresma, si no aceptas, se vengarán manchándote de chocolate.
