Las historias sobre el origen del santuario han pasado de generación en generación: “A 15 km de la villa de Tembleque, se venera la imagen del Stmo Cristo del Valle, al que los fieles vecinos de Tembleque y otros muchos municipios de la comarca, profesan una gran devoción. Bajo el título de Palma y Santiago, fue pintado el 25 de junio de 1688, por dos peregrinos llamados Juan Bautista y Manuel Terrín, quienes llegando a dicho paraje se hospedaron en la quintería que allí tenía Juan Montoro, y que como agradecimiento le dijeron si gustaba que le pintasen un Cristo, respondiendo que sí, pintaron la imagen del Stmo. Cristo crucificado con unos colores que amasaron con saliva.
Al acabar y para alumbrar al santo pidieron a Juan aceite, respondió el labrador que se le había acabado hacía tres días a lo que los peregrinos insistieron que registrase en las vasijas, y allí encontraron milagrosamente aceite para alumbrar por veinticuatro horas al Cristo. El dueño del silo Francisco Rodríguez Palmero, fue el que impulsó la construcción de una ermita, por el gran interés y los prodigios obtenidos, cediendo a la Orden de San Juan, con carácter perpetuo y derecho irrevocable el silo y una fanega de tierra que le rodea".
Desde entonces se vienen celebrando dos romerías al año: una el segundo domingo de mayo y la principal y originaria el último domingo de septiembre. Fiesta que aspira ser catalogada de Interés Turístico Regional.
