Un pueblo de aspecto encantador, apoyado en la ladera de la montaña, sobre la que se dibujan en blanco de las paredes y el rojo de los tejados.
La construcción está muy modernizada, pero se respeta el espíritu tradicional.
La iglesia parroquial conserva elementos del siglo XV, con modificaciones del XVIII. A la salida del pueblo, el río Escabas produce una hoz estrecha y arriscada, paralela a la carretera, hasta el final de la ruta.
Fuertescusa es puerta de entrada a la serranía conocida con el sobrenombre de "selva negra conquense", zona de abundante vegetación, cañones, caprichosas hoces (Hoces de Escabas)y espesos pinares donde abundan los lobos, las cabras montesas, los ciervos y otras especies.