A pesar de que una buena parte de las últimas construcciones de casas y chalets guardan poca uniformidad y respeto por la arquitectura popular, algo lamentablemente típico en la mayoría de los pueblos de la zona, mantiene muchos ejemplos de la forma de construir que ha ido caracterizando a todos estos pueblos que comparten los fríos y las soledades de la Serranía guadalajareña.
En Cañamares es inteesante ver el puente románico sobre el río del mismo ombre, que da paso al caserío, de los siglos XII-XIV. La Iglesia de Ntra Sra de la Natividad posee una espadaña románica; en el siglo XVII se rehizo en estilo barroco.
Naharros destaca por su urbanismo y arquitectura popular serrana.