La vivienda está orientada al sudeste y cuenta con un amplio corral muy soleado y protegido del cierzo por la propia vivienda. Las vistas son magníficas: a las Sierras de Caldereros y Menera, a la plaza y al arroyo.
El edificio está construido respetando la arquitectura tradicional, al estilo de las viejas casonas de la comarca de Molina de Aragón. La piedra, la madera y el hierro son como el alma de la construcción, que le transfieren un aspecto antiguo y noble.
Aunque, junto a ello, se imponen las comodidades y servicios propios del siglo XXI de acuerdo con las necesidades actuales y la normativa legal en vigor, adoptando la casa la catalogación de dos espigas