Alfarería y cerámica
Tierra de barro y arcilla
Castilla-La Mancha alberga dos de los centros ceramistas más importantes del mundo: Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo. Las más antiguas culturas presentes en esta tierra ya dejaron piezas excepcionales en el Paleolítico o en la Edad del Hierro.
Hoy nuestros artesanos mantienen esa tradición milenaria, creando piezas de alfarería con el torno o rueda giratoria y sus manos. Y los ceramistas elevan al grado de arte su decoración con esmaltados y motivos pictóricos.
Los tradicionales azules de las cerámicas de Talavera, o los verdes del Puente del Arzobispo, constituyen un ejemplo de la variedad cromática y habilidades de los artesanos castellano-manchegos. Que hoy dan forma lo mismo a piezas clásicas, basadas en las que fueron destinadas en origen a albergar vinos y aceites, hasta modernas creaciones reconocidas internacionalmente.