El Domingo de Pentecostés, día de la romería de "la caballada", los hermanos de la Cofradía de la Santísima Trinidad parten a caballo desde la casa del prioste a recoger al abad de la cofradía para, posteriormente, dirigirse en romería hasta la Ermita de la Estrella. La comitiva la encabeza el abanderado, quien habrá rematado la bandera en cuartillos de vino.
Antes de la misa tiene lugar una procesión con la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Estrella, subastando sus andas en celemines de trigo.
A continuación tiene lugar el baile de los hermanos, acompañados de dulzaina y tamboril, en el portalillo de la ermita ante la imagen de la Virgen de la Estrella, baile que continuará después de la comida de los hermanos en el comedor de la ermita.
A última hora de la tarde, tras atravesar la villa, los hermanos se dirigen al paraje "la Asomadilla de las Cuevas" donde compiten por parejas en recuerdo de aquella huida a Ávila con el monarca.
Los hermanos, tras ser obsequiados con limonada por el abad en la plaza del trigo, se despiden en casa del prioste: "que lleguemos al año que viene".