El caserío entero es de construcción moderna. Calles amplias y espacios abiertos. Son varios los pairones distribuidos por los caminos y encrucijadas del término. El más antiguo es el de San Pedro, todo él de piedra sillar, y está situado en el camino de Setiles.
Se preside el pueblo por su iglesia parroquial, obra también moderna, pues a finales del siglo pasado, y ante el evidente peligro de hundimiento del antiguo templo, se iniciaron gestiones para levantar uno nuevo y moderno. El edificio muestra una fachada en la que resalta la puerta central con arco muy apuntado, dos arquerías ciegas del mismo estilo, y una torre con campanario, de picudo remate, todo ello en un sencillo eclecticismo gotizante muy propio de la época. El interior es de una sola nave, con coro alto a los pies, y presbiterio semicircular en la cabecera. Algunos retablos proceden de la antigua iglesia, y son barrocos, sin interés.
No podemos olvidar aquí la referencia a uno de los hijos ilustres de El Pedregal, don Juan José López Beltrán, quien escribió y en 1980 publicó un libro titulado «Sintesis histórica de mi tierra, Señorío de Molina y sus sexmas, y pueblo de El Pedregal» en el que con pormenor se narra la historia y avatares de este lugar