Principales atractivos
Podemos acceder a esta villa por carretera desde Puerto Lápice, a sólo 12 km, o a través de la Autovía de los Viñedos. Herencia debe su creación a la Orden de San Juan, en la Reconquista, pero su origen se remonta siglos atrás, como prueban los restos de castros encontrados en la Sierra de los Molinos y el Pico del Navajo, de la Edad del Bronce. Además de su patrimonio industrial, Herencia es tierra de producción agrícola, destacan en este municipio dos iglesias: la parroquial y la del Convento de la Merced, éstas serán el núcleo de la visita a este pueblo de La Mancha.
Qué veremos
La iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVIII, construida sobre otra del siglo XIII, nos llamará la atención por su juego de colores rojizos que le otorgan sus materiales de construcción y por sus interesantes altares barrocos, entre ellos el retablo del altar mayor en el que destaca una imagen de la Inmaculada de 1819. También conserva, aunque deteriorado, un órgano toledano de 1637.
En cuanto a la iglesia de la Merced, se encuentra dentro del conjunto monumental del convento, en cuyo antiguo claustro se encuentra hoy el Ayuntamiento. La iglesia fue construida entre 1712 y 1734 al estilo de los jesuitas. Del interior merece la pena ver la Capilla del Cristo del Consuelo y el Camarín de la Virgen, tras el altar mayor, decorado con iconografía mercedaria.
Acceso
El acceso es libre, respetando el horario de culto.
Te recomendamos
Conocer dos de las señas de identidad de los habitantes de este pueblo, los herencianos, como son sus siete molinos de viento con llamativos nombres como: Dulcinea, El Ama, La Sobrina y Teresa Panza, entre otros. Y su antiguo depósito de agua, conocido como “La Copa” construido a principios del siglo XX.