Muchas fueron las aldeas que en torno al río surgieron al amparo del núcleo urbano motillejano poblando la ribera del río. Los años 60 y 70 del pasado siglo produjeron el mayor descenso demográfico de la población, tanto en las aldeas del río (hoy todas desaparecidas) como en el pueblo propiamente dicho, debido a la emigración a las ciudades (Valencia, Barcelona, Albacete, y también a Francia) de cientos de personas en busca de nuevas oportunidades de vida y trabajo.
El cambio tan importante de las faenas agrícolas que supuso la transformación en regadíos de las tierras de secano frenó la caída demográfica y estabilizó la población actual.
También cabe decir que el motor económico motillejano lo constituye la agricultura de regadío, apoyada y promocionada con firmeza en las últimas décadas con el fin de consolidar y favorecer la estabilidad y la calidad de vida de todos los habitantes de este pueblo albacetense, manchuelo y manchego.